Ahora que parece que para siempre no dura tanto, que nunca que "toda la vida" de repente es un rato… digo, ahora igual que antes puedes para siempre odiarme... por un rato. O puedes para toda la vida olvidar que también hubo alegrías, pero si prefieres quedarte con los años que olvidaste, entonces... voy a pedirte no me nombres, para siempre no me nombres, por este rato que es toda la vida lo mejor lo voy a seguir dando. Te estoy cuidando para siempre de mí, de que no, no me nombres por favor.
¿Por qué prometer amor eterno y caer en el error de casi todos sabiendo que el amor en pleno vuelo perdiendo altura va poquito a poco? ¿Por qué maniatar los sentimientos y obligar al corazón a darlo todo, atada a unos labios, unos besos que un dia querran estar bebiendo en otros?
No hay comentarios:
Publicar un comentario